AUTOR: Peter Zumthor
(...)De todos los dibujos que los arquitectos producen, prefiero los planos de obra. Los planos son detallados y objetivos. Dirigidos a los especialistas que dan cuerpo material al objeto pensado, se ven libres de una dirección de la exposición asociativa. No tratan de convencer ni de seducir, como los dibujos de proyecto, sino que se caracterizan por la certidumbre y la confianza. Parecen decir: “Esto se hará exactamente así”.
Los planos de obras tienen el carácter de dibujos anatómicos. Muestran algo del misterio y la tensión interna del cuerpo arquitectónicamente ensamblado ya no revela sin más: El arte del ensamblaje, las geometrías ocultas, la fricción de los materiales, las fuerzas internas de los soportes y apoyos, el trabajo humano incorporado a las cosas.
Per Kirkeby erigió en un documenta de Kassel una escultura de ladrillo que tenia forma de casa. La casa no tenia entrada. Su interior era algo inaccesible y oculto. Siguió siendo un misterio, lo cual, junto a otras características, daba a la escultura una aura de hondura mística.
Pienso que las estructuras portantes y las construcciones secretas de una casa deben estar dispuestas de tal forma que pongan al cuerpo arquitectónico ya acabado en un estado de tensión y vibración interna. Los violines se construyen de esa manera y nos recuerdan los cuerpos vivos de la naturaleza(...) Peter Zumthor
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