miércoles, 2 de febrero de 2011

La Paradoja en la arquitectura

AUTOR: TOHAAS (Carlos Torres)

La paradoja en la arquitectura tiene como misión establecer un equilibrio referido a posturas relativamente radicales y tendencias que lo único que hacen es tratar de mirar la arquitectura como un elemento de conformación del futuro, con elementos del pasado, saltando la etapa en la cual estamos insertos ¡El presente!

(…)La Paradoja no tiene una función histórica, ni la de crear futuro, sino tiene la función lógica de crear sentido en el ahora, en el punto exacto de simetría donde los tiempos antiguos y del futuro son igualmente indagables e inexistentes. Así la paradoja es tan impredecible para la lógica como el sentido para el sin sentido (…) arquitectura a través del lenguaje/Maurici Pla 2006

Deluze, amante apasionado de las paradojas, afirma que lo que produce sentido, la causa del sentido es, ni más ni menos el mismo sinsentido.

Es así como las paradojas nos enseñar a pensar más exhaustivamente sobre las cosas que nos planteamos, el construir algo precario no implica que no sea complejo... hay que tener conciencia de un total para comprender el presente de la obra. No sacamos nada al no reconocer el pasado y proponer futuro si no entendemos lo que actualmente ocurre, y necesitamos el pensamiento del pasado y del futuro para poder soluciona ahora…

(…)Tal vez la paradoja más compleja y no resuelta es una critica sistemática a los arquitectos como institución, frente a la evidente identidad Loos=Arquitecto. Loos responde: “Soy arquitecto por que este oficio me permite vivir”. Y luego precisa. “porque este oficio lo sé hacer. Exactamente igual que en América me gane la vida cierto tiempo lavando platos”. Y finalmente añade: “podría mantenerme también de otra manera. Por mi actividad no es en absoluto arquitectónica, en una época en que cualquier diseñador de alfombras se declara arquitecto” paradoja triple o cuádruple, en la que el valor arquitecto se hincha, se deshincha y vuelve a ancharse varias veces en unas pocas palabras “me permite vivir” implica un valor de posibilidad muy bien calibrado por Rossi citado en Robert Musil. Refiriéndose a Ulrich, el hombre sin atributos, dice Musil: “la moral era para él (…) el infinito mundo de posibilidades de vivir. Creía en una capacidad de incremento de la moral, por grados de experiencias y no solo, como se suele creer comúnmente, por grados de conocimientos, de forma que fuera algo estable para lo cual no es bastante puro. La moral es fantasia”.1 así frente a falsos problemas, o frente a problemas demasiado ambiciosos, Loos-Musil-Rossi dan una gran importancia a la elección del oficio como problema perentorio para todas las personas. “porque este oficio lo sé hacer” indica la identificación de un valor, el hecho de dominar un oficio, es decir, una crítica a la inoperancia y a la ignorancia, así como el reconocimiento de que todo oficio exige unos conocimientos y constituye una modalidad del saber. Ahora bien, inmediatamente establece una identidad que desliza un nuevo elemento paradójico: lavar platos y hacer de arquitecto se sitúan al mismo nivel. Se trata de una caustica devaluación de lo áulico que podría añadirse a cualquier oficio en sí. Y finalmente, la referencia a los diseñadores de alfombras es una nivelación casi definitiva del oficio de arquitecto en el nivel elevado y paradójico, si tenemos en cuenta sus concepciones sobre el valor del trabajo artesanal (…) arquitectura a través del lenguaje/Maurici Pla 2006


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